Friday, June 29, 2007



FLAMENCO PA TÓS
Si hay algo por lo que ha crecido mi admiración, pasión y sensibilidad desde que vivo en el extranjero es meridianamente el flamenco. No sé cómo he pasado años en España escuchando horas y horas hablar a mi primo Antonio sobre la Niña de los Peines sin atenderle de verdad.
El dúo Gomaespuma, además de emitir desde Pekín, y anunciar que se disolverán a partir del 31 de julio tras 25 años de faena y de escribir la historia de la radio española, nos han traído su festival "Flamenco Pa Tós" desde Madrid. Además de talleres de guitarra, percusión y baile, nos regalan la maravillosa y sabia voz del poeta Félix Grande, la bailaora de raza Carmen Cortés (ya quisiera la Faraona) y el extraordinario guitarrista Gerardo Núñez.
Arrancaron al auditorio chino de sus asientos (ellos, que nunca se levantan al final) y no se escuchaba una mosca, cuando en las actuaciones en China es normal escuchar móviles por un tubo, la gente entrando y saliendo sin parar y conversaciones a voz en grito. Estos flamencos nos dejaron sin respiración y con coraje, con ganas de disfrutar de la vida y temer a la muerte, y vimos cómo se dejaban la piel a tiras con autencidad vieja y nueva y una complicidad exquisita.
No miento si afirmo que lloré varias veces y que ha sido uno de los momentos más emotivos de mi vida. Como señala Grande, el flamenco es la cima expresiva del desconsuelo, y añadiría que de la vitalidad.
La discoteca de mi Mac me dice que el cd que más escucho es "La leyenda del tiempo" de Camarón, por no hablar de "París 1987. Camarón con Tomatito", el más grande de todos los tiempos.
Y estas palabras se las dedico a los primos Juan y Narci, gitanos que me enseñaron su arte.

Sunday, June 10, 2007



PÁLIDAS COMO LA LUNA
En China la luna también representa a la mujer, el ying del yang, el elemento pasivo, femenino y oscuro (en alemán es masculina, der Mond). Las mujeres chinas desean que su rostro sea igual de blanco que la luna y por eso en verano van ataviadas con un paraguas y miles de cremas blanqueadoras, que les protejan del agresivo sol y su posible oscurecimiento. En chino incluso existe una expresión que dice que mil defectos se tapan con la blancura: es decir, no importa si eres coja o fea, si eres blanca como la luna.
El otro ideal femenino de belleza es la extrema delgadez: las extranjeras parecemos tan grandes al lado de estas mujeres frágiles, de caderas escurridas y pequeños pechos, que parecen una promesa incumplida. Es difícil calcular la edad de los chinas, en gran parte debido a la delgadez que les hace parecer siempre eternas adolescentes.
El tercer elemento fundamental de su estética, además de sus largas cabelleras oscuras, son las ropas "ke ai" o "lovely" o en español, podríamos denominarlo ¿mono, lindo, cuco?, es decir: florecitas, fresitas, colores pastel, encajes, tacones finos, brillantinas, peluches, todo lo que recuerde ligeramente a la infancia y la dulzura y al corazón y a la feminidad. Y aquí, de nuevo, nos volvemos a sentir las extranjeras como extraterrestres, ajenas a ese barroquismo, lo que claramente consideramos "cursilería", ataviadas como vamos siempre con pantalones y con colores definitivamente más oscuros y planos, todo ello conseguido en la lucha para liberarnos de la tiranía de la feminidad; mientras que a ellas les sucede al contrario: del mono azul o gris de trabajo han logrado recuperar por rebelión las minifaldas que se pierden en oscuridades, el maquillaje que realzas sus pómulos, las dulces blusitas rosas y un encantador cerdito (año del cerdo) que cuelga indolente del móvil. ¿Qué pensará la luna, allá en lo alto?