Sunday, January 13, 2008

ADIÓS A BEIJING

Hoy el cielo vuelve a ser blanco, como cuando llegué a Pekín dos años atrás. Me gusta que la ciudad me reciba y despida de la misma forma: con esta espesa luz blanca que desdibuja un tanto el contorno de los edificios. Una luz maga que hace desaparecer la perspectiva de un plumazo y me recuerda a la inquietante Nada de "La historia interminable", precipio y niebla al acecho de los límites de la urbe.
El mismo hutong semiderruido, los mismos árboles pelados y el mismo centro comercial de cristal y acero se enmarcan dentro de la ventana de mi habitación.
Esta noche no he podido dormir casi nada. El insomnio me ocupa, se convierte en mi mejor compañero y no he sabido echarle de la cama, menos aún en una noche como ésta. En un día como éste.
Después de dos años me reconozco en las amplias avenidas, en las paredes de ladrillo gris de los hutong, en luz fluorescente del metro, en los restaurantes coreanos con porterías de fútbol al fondo. Pertenezco a la pequeña historia de quienes habitaron la ciudad, y a su vez Pekín me acompañará de aquí en adelante. Al igual que los amigos, para quienes no tengo canción que valga.

P.D. Recomiendo encarecidamente "Historias de Pekín" de David Kidd, melancólica y sutil semblanza de la ciudad en el momento de la llegada de los comunistas.

4 Comments:

Anonymous Anonymous said...

A Pekín le costará acostumbrarse. Nosotros os vamos a echar mucho de menos.

6:04 AM  
Blogger Autora said...

Dijiste: "Iré a otra ciudad, iré a otro mar.
Otra ciudad ha de hallarse mejor que ésta.
Todo esfuerzo mío es una condena escrita;
y está mi corazón - como un cadáver - sepultado.
Mi espíritu hasta cuándo permanecerá en este marasmo.
Donde mis ojos vuelva, donde quiera que mire
oscuras ruinas de mi vida veo aquí,
donde tantos años pasé y destruí y perdí".
Nuevas tierras no hallarás, no hallarás otros mares.
La ciudad te seguirá. Vagarás
por las mismas calles. Y en los mismos barrios te harás viejo
y en estas mismas casas encanecerás.
Siempre llegarás a esta ciudad. Para otro lugar -no esperes-
no hay barco para ti, no hay camino.
Así como tu vida la arruinaste aquí
en este rincón pequeño, en toda tierra la destruiste.

La ciudad -Cavafis

3:27 AM  
Blogger Autora said...

Y...

di adiós a Alejandría que se aleja.

...Cuando de repente, a medianoche, se escuche
pasar una comparsa invisible
con músicas maravillosas, con vocerío -
tu suerte que ya declina, tus obras
que fracasaron, los planes de tu vida
que resultaron todos ilusiones, no llores inútilmente.
Como preparado desde tiempo atrás, como valiente,
di adiós a Alejandría que se aleja.
Sobre todo no te engañes, no digas que fue un
sueño, que se engañó tu oído:
no aceptes tales vanas esperanzas.
Como preparado desde tiempo atrás, como valiente,
como te corresponde a ti que de tal ciudad fuiste digno,
acércate resueltamente a la ventana,
y escucha con emoción, mas no
con los ruegos y lamentos de los cobardes,
como último placer los sones,
los maravillosos instrumentos del cortejo misterioso,
y dile adiós, a la Alejandría que pierdes.

Que el dios abandonaba a Antonio - Kavafis

3:28 AM  
Blogger Ordet said...

nur al ein: amo a kavafis, cuanto tiempo sin leerle. los que nos quedamos, volveremos a encontrarnos seguro.
ordet en hanoi entre baguettes y vespas

11:48 PM  

Post a Comment

<< Home