
FLAMENCO PA TÓS
Si hay algo por lo que ha crecido mi admiración, pasión y sensibilidad desde que vivo en el extranjero es meridianamente el flamenco. No sé cómo he pasado años en España escuchando horas y horas hablar a mi primo Antonio sobre la Niña de los Peines sin atenderle de verdad.
El dúo Gomaespuma, además de emitir desde Pekín, y anunciar que se disolverán a partir del 31 de julio tras 25 años de faena y de escribir la historia de la radio española, nos han traído su festival "Flamenco Pa Tós" desde Madrid. Además de talleres de guitarra, percusión y baile, nos regalan la maravillosa y sabia voz del poeta Félix Grande, la bailaora de raza Carmen Cortés (ya quisiera la Faraona) y el extraordinario guitarrista Gerardo Núñez.
Arrancaron al auditorio chino de sus asientos (ellos, que nunca se levantan al final) y no se escuchaba una mosca, cuando en las actuaciones en China es normal escuchar móviles por un tubo, la gente entrando y saliendo sin parar y conversaciones a voz en grito. Estos flamencos nos dejaron sin respiración y con coraje, con ganas de disfrutar de la vida y temer a la muerte, y vimos cómo se dejaban la piel a tiras con autencidad vieja y nueva y una complicidad exquisita.
No miento si afirmo que lloré varias veces y que ha sido uno de los momentos más emotivos de mi vida. Como señala Grande, el flamenco es la cima expresiva del desconsuelo, y añadiría que de la vitalidad.
La discoteca de mi Mac me dice que el cd que más escucho es "La leyenda del tiempo" de Camarón, por no hablar de "París 1987. Camarón con Tomatito", el más grande de todos los tiempos.
Y estas palabras se las dedico a los primos Juan y Narci, gitanos que me enseñaron su arte.