Wednesday, February 21, 2007



SOLITARIA MUCHACHA DE ROSA
Ahora, en pleno festival de la primavera según el calendario lunar chino, es imposible que una muchacha de rosa pasee sola por debajo de mi casa, tal y como muestra la foto. Sólo ha nevado en una ocasión durante este invierno benigno y suave. En fin, lo que quiero contar es que sí que hay muchos chinos en China, tal y como todo el mundo me pregunta en España.
No hay nada como visitar la Ciudad Prohibida por estas fechas y verse vapuleado por los miles de grupos de turistas chinos tocados con gorras de diferentes colores. En el metro hay un "empujador" que aprieta los vagones, en Shanghai los controladores de tráfico te amenazan seriamente en el caso de que quieras bajarte de la acera y a la hora de comprar en el supermercado te toca lidiar con mareas humanas, mientras que después subes a la duodécima planta del edificio en el que trabajas junto con 8.000 empleados.
Los chinos se sientan en el vagón del metro todos vestidos igual: los hombres de oscuro, las chicas jóvenes con tacones y plumas rosas y casi todos te observan (al guiri).
La masa te mira y tú les devuelves la mirada con curiosidad, sabiéndote fuera y sorprendida de la homogeneidad, de que todo medio funcione, de que los taxistas ni se inmuten cuando les embisten por el lado, de que nadie pite de forma histérica como cuando uno conduce Madrid. Las masa es una marea y tú no perteneces a ella, pero te mueves a su ritmo y aprendes a hacerte cada vez un poco más invisible y a valorar la soledad. También te preguntas cómo de iguales parecerán los madrileños vistos con ojos foráneos.

8 Comments:

Blogger Tok said...

Zhang Yimou contaba que en La Casa de las dagas voladoras sacaba a Takeshi Kaneshiro comiendo frutos secos en las primeras escenas par que el público occidental lo identificara frante a Andy Lau, y Zhang Ziyi le contestaba (en el comentario del DVD) que a ella le pasaba lo mismo con los occidentales, que tenía que fijarse en la nariz o en algún rasgo distintivo. Cuesta creerlo no? me alegro de que vuelvas a actualizar...
saludos desde Madrid

3:25 AM  
Blogger pacific said...

¿Por qué odiaré tanto las grandes urbes?

11:31 AM  
Blogger Ordet said...

Buen comentario, tok, me gusta sobre todo el detalle de los frutos secos... No he visto "La casa de las dagas voladoras", pero "La maldición de la flor dorada" es un pestiño insufrible, eso sí con un barroquismo visual brutal, pero la historia bastante castaña y ampulosa. Zhang Yimou se vendió al capital y al Gobierno, porque también será él quien grabe la ceremonia inaugural de los Juegos Olímpicos. Por cierto, no sé quién eres, pero saludado quedas.

8:10 PM  
Blogger Ordet said...

Y pacific, las grandes urbes son una y trina como Dios. Es decir, también puedes buscar en ellas tu pequeño mundo paralelo o salir a las grandes avenidas. Sobre todo, no odies Madrid, que es un pueblo grande.

8:11 PM  
Anonymous Anonymous said...

Ignoro si los occidentales somos más o menos indistinguibles que los orientales, pero somos más guapos.

En cuanto a qué grado de homogeneidad se da en Madrid, yo diría que escaso, a pesar de lo que se empeñan en creer quienes viven allí. Especialmente los que van de "alternativos", esos consumados especialistas en adaptarse a la estética dominante, hoy zarrapastrosa y mañana Dios dirá.

Pero en Madrid, ni en ninguna gran ciudad Europea, los no-chinos no miramos a los chinos como marcianos. Será que estamos acostumbrados?

11:54 AM  
Blogger Autora said...

La escritura, un cachorro que muerde la nada,
la escritura hiere sin mancha de sangre.

Nuestras tazas de café.
Los pájaros, los árboles verdes a la sombra azul,
el sol brinca de un muro a otro como una gacela
el agua en las nubes con la forma ilimitada
de lo que nos queda.

Del cielo.
Y de las otras cosas de los recuerdos en suspenso
revelan que esta mañana es poderosa,
espléndida
y que somos los invitados de la eternidad.

Mahmoud Darwich
Fragmento de "Estado de Sitio"
Ramala, enero 2.002
en http://www.jehat.com/Jehaat/Sp/Poets/Mahmoud-Darwich.htm

1:52 PM  
Blogger Ordet said...

Lessots, en Europa las ciudades son mil veces más cosmopolitas que en China. He conocido a chinos que me han dicho que era la primera persona extranjera a quien habían visto en su vida. Pero aún así, si eres una negra buenorra en Madrid también puede que te miren un poco raro y piensen también un poco raro. En fin, todo esto está cambiando, menos mal.
Y con respecto a los alternativos, siguen una serie de códigos en la vestimenta, más o menos como todo el mundo, como el clásico o el pijo o el chic.

5:03 PM  
Blogger Ordet said...

Only, una pasada el tal Darwich, investigaré más.

5:04 PM  

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