
El título del blog es toda una paradoja porque no hay cielo sobre Beijing. Entre el cielo y nosotros se instala la niebla perenne, o el humo sucio del carbón, las nubes rojas de la tormenta de arena y bruma que desciende hasta el asfalto. No hay luz en la ciudad, sino unos grumos neblinosos que desprenden su propio olor de cuerpo exhausto y sabor ácido.
Durante el mes de septiembre el cielo recuperó el azul, el color de los coches brillaba bajo el polvo y nos quedamos deslumbrados porque el aire dejó de verse. Pero septiembre es un mes ficticio, un recordatoria de lo que era una ciudad razonable. El smog ha vuelto y Beijing deja de tener problemas de identidad.
A los mandos del dreamweaver, Atobis, y al control de la cámara, Jaime.
3 Comments:
Veré al aire y a tí, Oli. Besosmil
Alex, zuerst: Wie kannst du so pünktlich sein?
und danach, Wie kannst du so gut deutsch schreiben? Wein nicht! Soll das so geschrieben werden? Ich vermisse deine Weisheit und dich. Aber das wird schnell erledigt werden.
realmente a traves de tus poéticas visiones de las ciudades en las que has vivido, nos enriqueces y nos trasmites de un modo especial los modos de vida, las sociedades y las gentes que se cruzan a tu paso...viajamos contigo
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